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    MLB desprecia el talento, ignora el IQ y enfatiza las capacidades físicas al “scoutear”

    Es tan dramático el tema de la mala formación de los lanzadores que a diferencia de otras disciplinas donde hay un mejor proyecto de formación deportiva y profesional, en el béisbol en muchos casos a los jugadores de posición los convierten en pitchers después de firmados -por la falta de lanzadores- y ya avanzados en edad es que comienzan a conocer, aprender y manejar los complicados comandos de los lanzamientos. ¿Acaso no es mejor formar a los pitchers desde más jóvenes?

    DENVER, Colorado – En las últimas décadas un error monumental ha permeado el desarrollo de peloteros en las Grandes Ligas, quienes de hecho han llegado a ser firmados profesionalmente sin conocer reglas básicas y sin saber jugar bien a la pelota. ¿No me cree? Pues llegue temprano a un estadio de béisbol y vea cómo hay peloteros que no saben agarrar rodados ni batear a su banda contraria.

    Este error, que posiblemente se originó a finales de los 80’s y/o 90’s, se ha traducido en un énfasis excesivo en las cualidades físicas de los jóvenes jugadores, relegando el talento y la inteligencia a un segundo plano. Por dramático y sorprendente que le parezca, lamentablemente es así.

    La MLB ha caído en la trampa de valorar únicamente las capacidades físicas de los jóvenes prospectos, especialmente aquellos con un brazo potente o una gran velocidad en sus lanzamientos. Sin embargo, se ha olvidado de lo más importante en la condición deportiva: el talento y la inteligencia de juego, también conocida como coeficiente intelectual (IQ en inglés).

    El IQ en el deporte no se limita a la capacidad cognitiva general de una persona, sino que se refiere específicamente a la inteligencia táctica en el contexto del juego. Implica la habilidad para tomar decisiones rápidas y efectivas, leer el juego, anticipar movimientos y ejecutar estrategias que puedan influir en el resultado del partido.

    El problema radica en que la MLB ha puesto demasiado énfasis en las cualidades físicas, en detrimento del talento y la inteligencia de juego. Esta mentalidad ha llevado a una serie de consecuencias negativas, incluyendo un aumento alarmante en las lesiones de los lanzadores en los últimos años.

    Estudios realizados en la última década muestran un incremento de hasta el 30% en las operaciones de reconstrucción del ligamento ulnar colateral, conocida como la cirugía de Tommy John, debido a rupturas parciales o completas del ligamento del codo. Esta tendencia es preocupante y tiene sus raíces en la crisis del béisbol de los años 90. Fue una década marcada por el escándalo de esteroides, por el paro laboral de 1994 y por la creencia cortoplacista de que lanzar más fuerte sería más espectacular (que lo es) y rentable (el problema actual) en la formación de los jóvenes pitchers. Las consecuencias de aquellos modos operativos se evidencian 20 ó 30 años después.

    En esa época (los 90’s), la MLB estaba obsesionada con el espectáculo de los jonrones y priorizaba a los jugadores con habilidades físicas impresionantes, sin prestar atención suficiente a su talento y capacidad de juego. Esta mentalidad ha persistido hasta la actualidad, y es evidente en el proceso de reclutamiento y desarrollo de talentos.

    Comparativamente, otras ligas deportivas como la NBA y el fútbol han sabido valorar la importancia del talento y la inteligencia en el juego. Los cazatalentos de la NBA no se limitan a buscar jugadores con una gran capacidad de salto, sino que valoran el control de balón, la visión de juego, la capacidad de pase y otras habilidades técnicas y tácticas.

    Del mismo modo, en el fútbol, los cazatalentos no se centran únicamente en la potencia de disparo de los jugadores (sería absurdo ¿verdad?), sino que evalúan su habilidad técnica con el balón, visión de juego, capacidad estratégica, gravitar en el terreno sin la pelota y otras cualidades que contribuyen al éxito en el campo. La condición física no es la meta, sino una condición elemental.

    Es hora de que la MLB reevalúe su enfoque en el reclutamiento y desarrollo de talentos. Es crucial que se reconozca -como siempre ocurrió desde que se inventó el béisbol- la importancia del talento y la inteligencia en el juego, y que se otorgue el mismo valor a estas cualidades que a las habilidades físicas, las cuales en todo caso también son importantes, pero no exclusivas. Solo entonces podremos presenciar un béisbol verdaderamente enriquecido por la diversidad de talentos y estilos de juego. La democratización del juego.

    Sin talento e inteligencia nunca habrá éxito

    En una entrevista con el ex lanzador de las Grandes Ligas, el dominicano Pedro Martínez, este expresó su preocupación por la dirección que ha tomado el desarrollo de talentos en la MLB. “Es desalentador ver cómo se pasan por alto aspectos fundamentales como el talento y la inteligencia en el juego. La obsesión con las cualidades físicas ha llevado a una pérdida de diversidad en el juego”, comentó Martínez.

    Además, un análisis exhaustivo de los datos de reclutamiento de la MLB revela un sesgo significativo hacia los prospectos con características físicas impresionantes, como una velocidad de lanzamiento superior a 95 mph o una gran envergadura. Sin embargo, se ha prestado poca atención a la capacidad de estos jugadores para tomar decisiones tácticas en situaciones de juego reales.

    Es tan dramático el tema de la mala formación de los lanzadores que a diferencia de otras disciplinas donde hay un mejor proyecto de formación profesional, en el béisbol en muchos casos a los jugadores de posición los convierten en pitchers después de firmados -por la falta de lanzadores- y ya avanzados en edad es que comienzan a conocer, aprender y manejar los complicados comandos de los lanzamientos. ¿Acaso no es mejor formar a los pitchers desde más jóvenes?

    Por otro lado, en la NBA y el fútbol, las ligas han adoptado un enfoque más equilibrado en el reclutamiento de talentos, valorando tanto las habilidades físicas como el talento y la inteligencia en el juego. En una entrevista con el cazatalentos de la NBA, Mike Zarren, este compartió: “Buscamos jugadores que no solo sean atléticamente impresionantes, sino que también demuestren una comprensión profunda del juego y la capacidad para tomar decisiones inteligentes en la cancha”. Resultado: el baloncesto es el deporte que más ha evolucionado en el mundo. Lo que puede hacer un basquetbolista muy pocos atletas pueden imitar.

    En el ámbito del fútbol, el reconocido entrenador Pep Guardiola ha enfatizado la importancia del talento y la inteligencia táctica en el desarrollo de jugadores. “En mi experiencia, los jugadores más exitosos son aquellos que combinan habilidades técnicas excepcionales con una comprensión sofisticada del juego. Esto es lo que marca la diferencia en el más alto nivel”, afirmó el entrenador del Manchester City.

    Para mi es urgente que la MLB necesita reevaluar su enfoque en el reclutamiento y desarrollo de talentos si quiere mantener un alto nivel competitivo, algo que por muchas razones ha disminuido al punto que muchos entendidos han llegado a concluir que el béisbol está involucionando. Reconocer y valorar el talento y la inteligencia en el juego es fundamental para garantizar la salud y el éxito a largo plazo de los jugadores.

    Abel Flores
    Abel Floreshttp://codigoabel.com
    Journalist, analyst, and researcher with a particular focus on geopolitics, economics, sports, and phenomena that defy conventional logic. Through Código Abel, I merge my work experience of more than two decades in various journalistic sources with my personal interests and tastes, aiming to offer a unique vision of the world. My work is based on critical analysis, fact-checking, and the exploration of connections that often go unnoticed in traditional media.

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